Como esta la cosilla floja de croniqueros,
pos me he decidio a hacer la de ayer en el hacho.
Quedamos a las 10 en la rotonda del arco de Álora y se presentaron Torres, FranVazquez, el que suscribe y el Tart, que el tio se vino desde Pizarra montado en su burri. Hubo que esperar a alguno que se volvio a por el casco porque todavía iba dormido y se le olvidó, pero bueno salimos mas o menos puntuales.
La primera paradilla fue en la fuente de la Higuera para coger agüita fresca, donde hubo que quitarle a alguno la tentación de meterse en el bar a comerse un bocaillo de lomo. Pero la cosa se solucionó y cogimos el carril que sale a la izquierda y que lleva al Hacho, ya que según Torres y Fran apenas tenia cuestas, solo al principio (jejeje).
Ambos se dieron cuenta de que estaban equivocadillos y debido al alto ritmo de subida paramos debajo de un algarrobo a la sombrita. Tras volvernos el color alas caras continuamos por el carrilito hasta conectar con la carretera asfaltada que sube al hacho.
En esta ultima parte al amigo Tart le entró la vena de Perico Delgado y el tio salió a toa velocidad la cuesta arriba y el Fran siguiéndole como podía. Un servidor con la lengua liandosele en los radios y Torres a su ritmo tranquilito.
En fin que llegamos al cruce donde se puede llegar hasta arriba, opción que se desechó rapidamente, empezar a bajar o llegar a otro saliente donde hay mu wenas vistas. Cogimos la tercera opción y nos sentamos en unas piedrecillas a fumarnos un cigarrito, a comer algo y a disfrutar del entorno.
El cruce, donde algunillos se cogian al poste para no caerse
Aquello aparentemente es tranquilo y solitario, pero de pronto nos aparece un colega con ropa de camuflaje que habia subido en un todopoderoso 4L, tras saludarnos se dedicó a contemplar las vistas. Y al momento aparecen dos guiris que venían haciendo senderismo preguntándonos que si hablabamos inglés. Lógicamente les dijimos que si, pero que veniamos cansados de la cuesta y que no teniamos muchas ganas de hablar. Total que la pareja siguió su caminata hacia el Pueblo un poco decepcionados.
Aqui en la zona "aparentemente tranquila"
Foto artística al FranVazquez
Tras un ratillo de charla y algunas fotillos decidimos volver al cruce e iniciar la bajada del hacho. El Tart creo que vio algo porque salió corriendo a pillarlo la cuesta abajo. Pero poco más adelante nos lo encontramos parado y charlando en un perfecto inglés de los montes (el lugar lo requería) con los guiris. Los ingleses por señas nos dijeron que eramos cuatro y que faltaba uno, terminaron riéndose cuando les explicamos que Torres habría parado a echar un cigarrillo.
La cara se nos cambió, incluso a los ingleses, cuando Tart nos mostró una cadena que cortaba el carril y un pequeño caminillo de cabras que bajaba hacia la izquierda. El tio dio dos pedaladas y se tiró por alli como si fuese por una autovia. El guiri nos miró a los demás y nos hizo el signo universal de que esta loco, pero ya le explicamos que tenia prisa porque le estaban esperando la mujer y los niños.
Total, que bajamos como pudimos,a todos nos gustó, aunque alguno llevase más mala cara que los pollos del PRYCA carrefour y se pasase más tiempo bajado de la bici que encima (como podeis apreciar no pongo nombres).
Caminillo con tronerillas
El vertiginoso descenso. No hay que pasar por alto la habilidad del fotógrafo, para en pleno descenso, volverse hacia a tras y tirar la foto.
Tras llegar al pueblo nos encaminamos hacia Flores en busca de nuestra más que merecida paella, aunque por el camino Tart encontró alguna tronerilla, por la que me obligó a bajar con él, no era mu complica, pero nos hizo dar pedales algunos kilometrillos más.
Con todas estas peripecias vividas, llegamos al llano de Flores y algunillo iba pidiendo cervezas a los camareros antes de bajarse de la bici. El problema es que llegamos a la una o así y el arroz no salió hasta las 3 y media, por lo que el consumo de cerveza dejó de ser responsable por parte de Torres y mia, ya que Tart estaba con sus cocacolas y Fran se pegó un desmarque calzonacero total.
La recompensa
En fin que muy buena mañanita, lo mejor como siempre la compañía, aunque el arroz no estaba mal tampoco y mu contento que llegué a mi casa, eso si, deseando pillar el sofá.
Para terminar una foto del codo de Torres. ¡será melón!